Un proceso de negocio es un conjunto de tareas relacionadas
lógicamente llevadas a cabo para lograr un resultado de negocio definido. Cada
proceso de negocio tiene sus entradas, funciones y salidas. Las entradas son
requisitos que deben tenerse antes de que una función pueda ser aplicada.
Cuando una función es aplicada a las entradas de un método, tendremos ciertas
salidas resultantes.
Es una colección de actividades estructurales
relacionadas que producen un valor para la organización, sus inversores o sus
clientes. Es, por ejemplo, el proceso a través del que una organización ofrece
sus servicios a sus clientes.
Un proceso de negocio puede ser parte de un
proceso mayor que lo abarque o bien puede incluir otros procesos de negocio que
deban ser incluidos en su función. En este contexto un proceso de negocio puede
ser visto a varios niveles de granularidad. El enlace entre procesos de negocio
y generación de valor lleva a algunos practicantes a ver los procesos de
negocio como los flujos de trabajo que efectúan las tareas de una organización.
Los procesos poseen las siguientes características:
1.
Pueden
ser medidos y están orientados al rendimiento
2.
Tienen
resultados específicos
3.
Entregan
resultados a clientes o “stakeholders”
4.
Responden
a alguna acción o evento específico
5.
Las
actividades deben agregar valor a las entradas del proceso.
Los procesos de negocio pueden ser vistos como un recetario para hacer
funcionar un negocio y alcanzar las metas definidas en la estrategia de negocio
de la empresa. Las dos formas principales de visualizar una organización, son
la vista funcional y la vista de procesos.
Definiciones
La norma internacional ISO-9001 define un
proceso como “una actividad que utiliza recursos, y que se gestiona con el fin
de permitir que los elementos de entrada se transformen en resultados” (ISO,
2000; pp. 6). Oscar Barros hace una importante distinción, al introducir el
concepto de valor agregado en la definición de proceso, señalando que “un
proceso es un conjunto de tareas lógicamente relacionadas que existen para
conseguir un resultado bien definido dentro de un negocio; por lo tanto, toman
una entrada y le agregan valor para producir una salida. Los procesos tienen
entonces clientes que pueden ser internos o externos, los cuales reciben a la
salida, lo que puede ser un producto físico o un servicio. Éstos establecen las
condiciones de satisfacción o declaran que el producto o servicio es aceptable
o no” (Barros, 1994; pp.56). Thomas Davenport, uno de los pioneros de la
reingeniería, señala que un proceso, simplemente, es “un conjunto estructurado,
medible de actividades diseñadas para producir un producto especificado, para
un cliente o mercado específico. Implica un fuerte énfasis en CÓMO se ejecuta
el trabajo dentro de la organización, en contraste con el énfasis en el QUÉ,
característico de la focalización en el producto” (Davenport, 1993; pp. 5).
Hammer (1996) por su parte, establece la
diferencia sustancial entre un proceso y una tarea, señalando que una tarea
corresponde a una actividad conducida por una persona o un grupo de personas,
mientras que un proceso de negocio corresponde a un conjunto de actividades
que, como un todo, crean valor para el cliente externo. Al hacer esta
comparación, Hammer hace la analogía con la diferencia que existe entre las
partes y el todo. Por su parte, Ould (1995) lista una serie de características
que deben cumplir los procesos de negocio y que refuerzan la posición de
Hammer; según este autor, un proceso de negocio contiene actividades con
propósito, es ejecutado colaborativamente por un grupo de trabajadores de
distintas especialidades, con frecuencia cruza las fronteras de un área
funcional, e invariablemente es detonado por agentes externos o clientes de
dicho proceso.
Tipos
Hay tres tipos de procesos de negocio:
1.
Procesos
estratégicos - Estos procesos dan orientación al negocio. Por ejemplo,
"Planificar estrategia", "Establecer objetivos y metas".
2.
Procesos
sustantivos– Estos procesos dan el valor al cliente, son la parte principal del
negocio. Por ejemplo, “Repartir mercancías”
3.
'Procesos
de apoyo vertical u horizontal –
Estos procesos dan soporte a los procesos centrales. Por ejemplo, “Registrar
los hechos económicos”, “Dar Soporte/Servicio técnico”.
Acorde a la filosofía planteada en el libro
Sistema Empresa inteligente los procesos se dividen en: Procesos sustantivos,
procesos de apoyo vertical y procesos de apoyo horizontal
Los procesos de negocio consisten en subprocesos, decisiones y actividades.
Un subproceso es parte de un proceso de mayor nivel
que tiene su propia meta, propietario, entradas y salidas.
Las actividades son partes de los procesos de negocio
que no incluyen ninguna toma de decisión ni vale la pena descomponer (aunque
ello sea posible). Por ejemplo, “Responde al teléfono”, “Haz una factura”
Un proceso de negocio es usualmente el resultado de una Reingeniería
de Procesos. El modelado de procesos es usado para capturar, documentar y
rediseñar procesos de negocio.
Vamos a decir que en la época de Taylor un
operario realizaba una tarea especifica, y luego se cambió esa perspectiva en
torno a los procesos que son realizados por un trabajo en equipo teniendo en
cuenta al cliente el cual fija los ritmos de los resultados.
Esto facilita el acercamiento y el acuerdo
con los clientes, mejora la motivación de los empleados y existe una mayor
facilidad para responder a cambios en el contexto.
Para aplicar los procesos se deben tener
claras las tareas, una estructura jerárquica y una tendencia a la interacción y
comunicación vertical.
1. Visión funcional: descansa en el
organigrama de la empresa como modelo fundamental del negocio; las actividades
que debe ejecutar la organización, para cumplir con su misión, se estructuran
en conjuntos de funciones relativamente homogéneas (por ejemplo, todas las actividades
que tienen que ver con las finanzas de la organización, se unen bajo un mismo
‘techo’). Y así, los recursos pertenecen a los departamentos y la
especialización funcional y el expertizaje, son las principales consideraciones
a la hora de formar los departamentos, los cuales se relacionan a través de una
jerarquía de estructuras de autoridad.
2. Visión de procesos: se orienta al trabajo
mismo que se debe desarrollar en la organización, para que el negocio funcione
y entregue un producto o servicio, por el cual un cliente externo está
dispuesto a pagar. La vista de procesos es una manera tan poderosa de
visualizar y analizar un negocio, porque provee de la lógica con la cual los
clientes lo miran; los clientes interactúan con la empresa, a través de los
procesos del negocio, contratando un servicio, recibiendo dicho servicio,
pagándolo y recibiendo atención de post venta. Cuando se entiende el negocio
desde esta perspectiva, es posible evaluar.
Lo que realmente ocurre cuando se mira la
firma como un conjunto lógico e integrado de procesos, es que resulta posible
percatarse que los procesos reales, cruzan las estructuras organizacionales de
manera longitudinal; por ejemplo, si consideramos el proceso ‘diseñar nuevos
productos’, éste pasa por el área funcional de Marketing (que identifica los
requerimientos del mercado), Investigación y Desarrollo (que diseña el producto
de acuerdo a las especificaciones entregadas por Marketing), Ingeniería (que
diseña los componentes), Operaciones (que evalúa la factibilidad de fabricar el
producto, con las instalaciones existentes) y Finanzas (que evalúa la
factibilidad económica y financiera de llevar a cabo el proyecto). Sin embargo,
en el enfoque funcional, el proceso se hace invisible y por lo tanto, nadie se
responsabiliza por su desempeño de manera integral y cada unidad funcional que
tiene la responsabilidad de una parte solamente de este proceso, intenta
optimizarlo, suboptimizando el proceso propiamente tal. Cuando una organización
cambia de un enfoque basado en funciones a una lógica de procesos, lo que hace
es pasar de enfatizar el quién hace qué, al qué se debe hacer para lograr
cierto resultado.

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